🗞️ El 99% de los Product Managers nunca serán realmente buenos
aprende aquí a ser el 1%
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La mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que hace que un Product Manager sea realmente bueno.
Muchos creen que es cuestión de habilidades técnicas, metodologías ágiles o la capacidad de moverse políticamente dentro de una empresa.
Error.
Un gran Product Manager no es un simple gestor de proyectos con un título bonito. Es un estratega, un psicólogo encubierto, un líder sin autoridad formal y un obsesivo con el usuario.
Hablé con algunos de los mejores en esta profesión y sus respuestas fueron directas, sin filtros y lejos de lo que enseñan los cursos tradicionales.
Aquí está la cruda realidad de lo que realmente se necesita para destacar.
1. Olvídate de la tecnología, aprende sobre personas
Sí, necesitas entender tecnología, pero eso no es lo que te hará sobresalir.
Lo que realmente importa es comprender a las personas.
Tu equipo: Si no puedes inspirar a los ingenieros a construir lo que realmente importa, estás muerto.
Tus clientes: Si no puedes anticipar sus necesidades antes de que ellos mismos las verbalicen, tu producto será irrelevante.
Tus stakeholders: Si no puedes persuadir a los que tienen poder para conseguir recursos y apoyo, estarás atrapado en la burocracia.
¿Cómo mejorar en esto?
Deja de obsesionarte con frameworks y aprende sobre psicología, negociación y narración de historias.
2. Priorizar bien (y dejar que algunos incendios ardan)
Cada día, un Product Manager se enfrenta a una avalancha de problemas.
Los mediocres intentan apagar todos los fuegos.
Los grandes dejan que algunos ardan mientras se enfocan en lo que realmente impacta al negocio y a los usuarios.
Tu tiempo es tu activo más valioso. Si lo gastas resolviendo problemas irrelevantes, tu producto nunca despegará.
Aprende a decir no. No a stakeholders con caprichos. No a features inútiles. No a reuniones que no sirven para nada.
Los grandes PMs saben que lo más difícil no es decidir qué hacer, sino decidir qué ignorar.
3. Decide rápido y asume las consecuencias
El peor PM es el que se paraliza esperando datos perfectos.
El mejor PM es el que toma decisiones rápidas con información incompleta.
Porque adivina qué: siempre te faltará información.
Los grandes PMs:
Confían en su intuición basada en experiencia y datos limitados.
Saben corregir el rumbo rápido cuando algo no funciona.
No tienen miedo de equivocarse porque entienden que cada error es un aprendizaje.
Si buscas certeza absoluta antes de actuar, nunca construirás nada relevante.
4. Domina el arte de la persuasión
Crees que tu trabajo es definir roadmaps y gestionar sprints. Falso.
Tu trabajo es convencer.
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