👋 Hola soy Pavel, bienvenido a una nueva ✨edición gratuita✨ de El Descubrimiento. Cada semana hablamos sobre producto, growth y oportunidades en el sector tech.
Si aún no eres suscriptor, esto es lo que te has perdido en este mes:
"Mi trabajo entero se resume en estar en Slack y gestionar stakeholders. Decido qué proyecto puedo llevar adelante cada trimestre sin cabrear a demasiada gente".
Eso me dijo un amigo que es PM. Y, sí, probablemente también te resuene. Porque lo disfrazamos de "colaboración" o "comunicación efectiva", pero, ¿sabes qué es en realidad? Una estrategia de supervivencia.
Vivimos en una realidad laboral donde hacer importa menos que hacer sentir. Donde lo que verdaderamente te eleva (o hunde) no es el resultado de tu trabajo, sino a quién hiciste feliz o infeliz en el proceso.
¿Y sabes qué? Esta mentalidad no es exclusiva de un PM. La encontramos en todos los rincones de nuestras oficinas (físicas o virtuales). Desde el desarrollador que se adapta a requisitos cambiantes porque "el cliente es el rey", hasta el diseñador que modifica su propuesta 27 veces para que a cada miembro del equipo le guste.
Aquí está la verdad incómoda: ser efectivo ya no es suficiente. Ahora, necesitas ser un maldito mago político, capaz de conjurar consenso y desaparecer conflictos antes de que estallen. La política de oficina se ha convertido en una habilidad tan importante como tu Excel avanzado o tu dominio de Figma.
Los síntomas del caos laboral
¿Te suenan estos escenarios? Si es así, bienvenido a la jungla moderna del trabajo:
La reunión eterna
Llevas 90 minutos discutiendo un pequeño detalle que apenas tendrá impacto, pero nadie quiere ser el "antipático" que cierre la conversación. Al final, todos salen confundidos, y tú terminas haciendo lo que crees que cabreará menos a tu jefe.El correo silencioso
Escribes un correo detallado y estratégico, pero lo envías con miedo porque sabes que alguien encontrará un fallo y hará de ello un espectáculo público. Solución: pides "feedback" antes de enviarlo. Ahora tu idea tiene 50 opiniones, y ninguna es la que querías defender.El proyecto Frankenstein
Tienes una visión clara, pero tras meses de feedback y ajustes, el resultado final es irreconocible. Un collage de ideas impuestas que no satisfacen a nadie, pero al menos nadie está "ofendido".
Cómo prosperar en este caos
¿Quieres sobrevivir e incluso avanzar en este sistema? Aquí va la receta brutalmente honesta:
Elige tus batallas con estrategia.
No puedes complacer a todos. Pero tampoco puedes cabrear al que tiene el poder de destrozar tu reputación o retrasar tu promoción. Decide en qué peleas invertir energía y en cuáles ceder con elegancia.Ejemplo: ¿Tu jefe tiene una obsesión por las diapositivas coloridas aunque odies hacerlas? Dale esa pequeña victoria. Resérvate el "no" para algo más crítico.
Haz menos, pero hazlo de forma impecable.
En un mundo donde todos corren como pollos sin cabeza, el que entrega calidad constante destaca. Prioriza tareas que tengan impacto real y descarta el resto.Ejemplo: Tienes una lista de 20 tareas, pero sabes que 18 de ellas son ruido. Haz las 2 importantes con excelencia y encuentra formas de automatizar o delegar el resto.
Desarrolla habilidades de comunicación persuasiva.
No es suficiente tener buenas ideas. Tienes que aprender a presentarlas de una manera que no parezcan una amenaza para los egos del equipo. Usa el "nosotros" en lugar del "yo". Haz que tus ideas parezcan suyas.Ejemplo: En lugar de decir "Yo creo que deberíamos usar X herramienta", prueba con "He investigado algunas opciones y parece que X herramienta puede solucionar nuestros problemas. ¿Qué opinas?"
Acepta que no eres especial.
Todos estamos jugando el mismo juego. La diferencia está en quién tiene el temple para jugar más tiempo y con más astucia. Si dejas que el drama o el perfeccionismo te frenen, estás muerto.
La paradoja final
El mundo del trabajo moderno se parece menos a un campo de batalla y más a un teatro. No importa cuán bueno seas en tu rol técnico, si no dominas el arte de gestionar egos, política y expectativas, serás aplastado.
Y, no, esto no significa que te vuelvas falso o manipules a la gente. Significa que reconozcas que el trabajo no es solo sobre ti, sino sobre cómo encajas en un sistema lleno de contradicciones y tensiones.
Al final, no se trata de hacer todo. Se trata de hacer lo suficiente, de la manera correcta, con la mínima fricción posible.
Y esto es lo que enseño para los pocos afortunados que se deciden a dar el salto a El Descubrimiento Pro.
Estas a un solo click de entrar, y gratis por 7 días.
Que tengas una feliz semana.
Pavel 👋